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AMALIO LAS HERAS DE PABLO
Todos los pueblos tenían una dehesa boyal a la que sólo accedían los animales de labor. La tierra que no se labraba eran «baldíos» y comunales con derecho para los del pueblo, pero los comunales desaparecieron en el siglo XIX y se subastaron. Los vecinos de Oncala compraron algunas tierras porque era su forma de subsistencia, vendieron unos tapices de la ermita para pagar los «baldíos». Recuerda que se vendieron por un precio mucho mayor que su valor.