JOSEFINA RIDRUEJO JUANO
El ramo era de madera de arce y lo portaba el mozo de ramo. Se adornaba en la plaza con pañuelos, flores de papel y roscos de pan para llevarlo después al lavadero. La víspera del Día de La Trinidad se bajaba de nuevo el ramo a la plaza para, el domingo, iniciar la procesión. El Día de La Trinidad se metía el ramo por la ventana del Ayuntamiento, en cuyo interior había mozos que ayudaban a meter el ramo con cuidado de que no se rompiese ninguna rama ni adorno. Una vez dentro, se retiraban los roscos y se lanzaba desde la ventana para que lo cogiesen los mozos.