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En Pamplona había una casa que recogía a las chicas que buscaban servir en Pamplona, mientras encontraban trabajo. En esa casa, hacían bailes y ponían cine, además de salir los jueves por la tarde. En esa casa conoció a muchas chicas de la sierra soriana en su misma situación. Si bien Josefina se quedó en casa de su cuñado hasta que encontró casa para servir, frecuentaba la casa de alojamiento para las chicas que iban a servir.