Felisa fue la molinera de Vea, suministrando de luz a todo el pueblo. En el molino, además, se molía pienso para los cerdos. El molino, a la entrada del pueblo, contaba con tres balsas de agua que permitían la entrada de agua del río. El cárcavo permitía el paso del agua y, por tanto, el control sobre el agua y la luz según la cantidad de agua disponible. El resto de las piezas que permitían su funcionamiento eran la polea, el rodete y la tolva. Cuando Felisa se casó con su marido, el Ayuntamiento de Vea les ofreció trabajar en el molino, pagándoles con 1 kilo de centeno por cada 80 kilos que producían, más 15 pesetas por el mantenimiento de la luz. Debían tener especial cuidado con el centeno que producían por la presencia de ratas y gatos.
08 El molino y la luz eléctrica
FELISA HERNÁNDEZ JIMÉNEZ