FELISA HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
En una ocasión, un tratante de San Pedro Manrique denunció a Felisa por venderle los peces a 15 pesetas y no a 13, como él quería. Poco tiempo después, La Guardia Civil detuvo a Felisa cuando iba cargada de pescado hacia San Pedro Manrique, requisándole todo el género «para los pobres». Su padre fue multado con 200 pesetas, debiendo personarse en la Guardia Civil con los botrinos de pesca. Cuando Felisa preguntó a los vecinos con menos recursos por el pescado, éstos le dijeron no haber recibido nada de la Guardia Civil.