FELISA HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
Con 17 años, Felisa emigró con otras chicas del pueblo a servir a otros pueblos y ciudades. En primer lugar, llegaron a Castejón, donde, en los periódicos, buscaban anuncios de casas que necesitaban criadas. Si no encontraban casa acudían al servicio doméstico, donde se alojaban a cambio de trabajar para las monjas hasta que encontraban casa para servir. Felisa estuvo 2 años en Pamplona sirviendo en el número 5 del Paseo de Sarasate y, después, 6 años en casa de un médico. Mientras servía, estaba interna de octubre a mayo, volviendo a Vea para segar en verano.