Ovidio trabajó en Telefónica en Barcelona y después en Soria. Los teléfonos han cambiado una barbaridad y comenta que desde que terminó de trabajar no volvió a tocar ni un ordenador ni un teléfono. Recibió una carta que decía que iban a desaparecer todos los teléfonos de cobre y que únicamente iban a quedar los de fibra óptica. Durante su estancia en Barcelona estuvo cambiando hilo de hierro por hilo de cobre en las líneas telefónicas. En el pueblo normalmente el cartero llevaba muchas cartas y si pasaba algo muy importante se escribía un telegrama. En los 60 se instalaron varios teléfonos en Magaña y en los 80 los teléfonos automáticos en Villarraso. Habla de los teléfonos por ondas y los móviles, y de los muchos sitios en la zona en los que no hay cobertura. Cuenta una anécdota.
45 Comunicaciones y telefonía
OVIDIO MARÍN CRESPO