LUIS JAVIER PÉREZ GARCÍA
Cuando alguien fallecía lo hacían en casa y los velatorios también eran en casa. Habla de la muerte de su madre, y como hijo soltero él era el que más horas dedicaba a su cuidado. La mortaja la hacían las familias y las mujeres del pueblo. El velatorio se hacía durante un día y al día siguiente era el entierro. La caja la hacía un carpintero del Villar y el hoyo lo hacían los vecinos del pueblo. Los funerales eran iguales para todos. Se iba desde casa hasta la iglesia con la caja fúnebre al hombro. Avisaban a los parientes por el teléfono. Al entierro también iban con la caja a hombros.