32 Años de infancia

YOLANDA BLÁZQUEZ VALLORIA

Había una vecina en el pueblo que ejercía como comadrona, pero cuando los partos eran más complicados bajaban a Soria, aunque con anterioridad había una alta mortalidad de los neonatos o las madres. Comenta que su tía tuvo mellizos y se tuvo que bajar a Soria, la llevaron 11km hasta el autobús en una especie de camilla. La carretera la hicieron hace unos 50 años, pero anteriormente solo había caminos en los que se podía ir con las caballerías. Los bautizos eran en la iglesia del pueblo y el sacerdote se acercaba desde el pueblo de al lado. El día del bautizo no asistía la madre y guardaban una cuarentena, su madre le contaba que las vecinas le llevaban un caldo. Fue muy feliz en su infancia porque se pegaba todo el día libre en la calle. En el pueblo había dos niños, ella y otro más. En Extremadura coincidió con muchos más niños. Jugaban mucho al escondite, a las moras, a la pita y a la comba. En casa tenía unas muñecas y pasaba muchas horas con los animales.

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