OVIDIO MARÍN CRESPO
Antaño en los inviernos hacía muchísimo frío y apenas había trabajo en el campo. Su padre, junto a una cuadrilla del pueblo, cuando llegaba noviembre se bajaban a Jaraíz de la Vega (Cáceres) a trabajar en los molinos de aceite y pimentón. Su madre se quedaba sola en casa y se encargaba de los animales, la casa y los hijos e hijas. En invierno los habitantes del pueblo se dedicaban a limpiar los montes y coger leña. Antaño, todos los caminos estaban limpios y podían pasar con las propias caballerías. En invierno las ovejas y cabras pastaban libres por los montes y limpiaban la maleza. En Semana Santa iban a recoger ulagas para cuando iban a quemar la piel del cerdo.