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Comenta que sobre los años 1800 había muchas parcelas comunales y los Ayuntamientos los tuvieron que vender por una crisis económica, ya que el Estado estaba en quiebra. Entonces, hubo personas que compraron fincas según su poder adquisitivo y se hicieron con tierras que anteriormente eran comunales. Dice que el monte de encinas también se vendió. Tenían que sufragar los gastos a los que no podían hacer frente.