FELISA HERNÁNDEZ JIMÉNEZ
En ocasiones, en el molino, había ratas que debían controlar adoptando gatos. Felisa cuenta una anécdota de su gato Casimiro, el cual, tras desaparecer tres meses, volvió famélico al molino.
En ocasiones, en el molino, había ratas que debían controlar adoptando gatos. Felisa cuenta una anécdota de su gato Casimiro, el cual, tras desaparecer tres meses, volvió famélico al molino.