OVIDIO MARÍN CRESPO
Las mujeres se encargaban de hacer los mondongos y las morcillas, que las hacían en calderas de cobre grandes. Algunas veces el mismo día se mataban dos cerdos y esto duplicaba el trabajo. Para hacer las morcillas y los mondongos se podían pasar un día entero. Los hombres se encargaban de matar el cerdo, despiezarlo y colgarlo para que reposase. A las morcillas dulces les echaban canela, manteca de cerdo y azúcar. Las morcillas se colgaban en la despensa y los chorizos en la cocina y luego se metían en tinajas de aceite. Los jamones los salaban y luego los colgaban para dejarlos curar, también les untaban pimentón. En la despensa del granero de la casa guardaban todos los alimentos del cerdo en conserva.