OVIDIO MARÍN CRESPO
Su madre limpiaba el suelo de casa de rodillas, apoyadas en una almohadilla con un trapo y un cubo. Las casas tenían las paredes de yeso y cal. Compraban cal viva y la vertían en un recipiente con agua hasta que se deshacía y con un rodillo le daban a la fachada. El blanqueamiento de las paredes era esporádico. En la casa nueva no tenían váter y hasta que no hubo agua corriente sobre los años 70 no se empezaron a hacer los primeros baños. Para asearse se metían en cubos llenos de agua en invierno, en verano se bañaban en el río y la cara se la lavaban en una palangana.