YOLANDA BLÁZQUEZ VALLORIA
La relación con los pueblos de alrededor era buena, aunque muchas veces surgían discusiones por los términos y las ovejas. A Villartoso se le decía Villartoso, raposo, maldito lugar, que ni a perro ni a gato deja parar y comenta que, a los de Santa Cruz les llamaban carboneros porque había muchos carboneros, pero en el propio pueblo no se ponía ningún mote entre vecinos. En algunas ocasiones trabajaban jornaleros en el pueblo para ayudar a algún ganadero o para la leña.