OVIDIO MARÍN CRESPO
Comenta que de un pueblo a otro cambiaban bastante las cosas. Por ejemplo, una medida de tierra en extensión variaba, tan solo había 5 kilómetros de Magaña a Villarraso y las medidas cambiaban. Las medidas tenían distinto nombre y señala la yugada, la onza, las libras y las arrobas. Estas tres últimas medidas las conoció en la fragua del herrero. De lo que ha leído en los archivos habla de una cantina que se subastaba donde el precio del vino se fijaba en una cantidad establecida por el Ayuntamiento. Los molinos también se sacaban a subasta.