VICENTE MARÍN MIGUEL
Una vez a la semana venía un herrero para reparar los aperos de labranza. También llegaba un herrador que ponía las herraduras a los caballos. Recuerda que hubo una carpintería en Villar del Río.
Una vez a la semana venía un herrero para reparar los aperos de labranza. También llegaba un herrador que ponía las herraduras a los caballos. Recuerda que hubo una carpintería en Villar del Río.