LUIS JAVIER PÉREZ GARCÍA
El mayoral cobraba lo mismo que los demás, pero tomaba decisiones y no estaba todo el día pendiente de las ovejas. La última palabra la tenía o el propietario o el mayoral. Luis Javier jamás tuvo ningún problema con los demás pastores, pero otros sí que tuvieron roces entre ellos. A la vuelta de la trashumancia, el Día de la Asunción recordaban la tradición familiar de la trashumancia. Este día se hacía una misa en la ermita y después una comida popular. El día de volver era de gran alegría y cuando se podía la familia solía ir a la estación de tren de Soria a recibirlos.