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AMALIO LAS HERAS DE PABLO
Oncala en esa época era un pueblo con vida, la gente trabajaba mucho, pero era más feliz que ahora, con mayor ímpetu luchador. Hasta los años 30, la emigración solía dirigirse a Sevilla o Cádiz. La migración de décadas posteriores se llevó todo al traste, y la gente se fue a ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao. También hubo gente que fue a América, recuerda unos que se fueron a Argentina.