LnRiLWZpZWxke21hcmdpbi1ib3R0b206MC43NmVtfS50Yi1maWVsZC0tbGVmdHt0ZXh0LWFsaWduOmxlZnR9LnRiLWZpZWxkLS1jZW50ZXJ7dGV4dC1hbGlnbjpjZW50ZXJ9LnRiLWZpZWxkLS1yaWdodHt0ZXh0LWFsaWduOnJpZ2h0fS50Yi1maWVsZF9fc2t5cGVfcHJldmlld3twYWRkaW5nOjEwcHggMjBweDtib3JkZXItcmFkaXVzOjNweDtjb2xvcjojZmZmO2JhY2tncm91bmQ6IzAwYWZlZTtkaXNwbGF5OmlubGluZS1ibG9ja311bC5nbGlkZV9fc2xpZGVze21hcmdpbjowfQ==
IEBtZWRpYSBvbmx5IHNjcmVlbiBhbmQgKG1heC13aWR0aDogNzgxcHgpIHsgICB9IEBtZWRpYSBvbmx5IHNjcmVlbiBhbmQgKG1heC13aWR0aDogNTk5cHgpIHsgICB9IA==
ADORATRIZ DE PABLO JIMÉNEZ
Con el cerdo se hacían morcillas y chorizos «de bueno» «de carnero» y «de bofe», de diferente calidad. Lo de menor calidad del cerdo, se mezclaba con los chorizos de otros animales. Los de carnero y los de bofe se utilizaban en guisos, mientras los chorizos de bueno se consumían solos. Usaban una máquina de hacer embutidos, que luego se colgaban en la cocina. Los lomos y las costillas se metían en aceite para su conservación.