Jerónimo iba con su rebaño de ovejas y antes de bajar en trashumancia tenía que bajar a contratar la finca a la que iba a ir. Bajaba a visitar distintas fincas y después elegían una, veía tantas que muchas veces se equivocaba. Antaño no había subvenciones y tenían que pagar la finca y además el pienso. Un año bueno era no tener que comprar pienso y que los borregos no cogieran ninguna enfermedad. Jerónimo se cogió las fiebres maltas, pero tuvo suerte y un médico de allí lo mando a casa. Se regresó y dejó sus ovejas con otros compañeros del pueblo. Jerónimo iba con su cuñado en trashumancia, juntaban los rebaños y ellos se dividían la trashumancia, trabajaban 3 meses cada uno para no estar tan lejos de casa. Cuenta la historia de un hombre que falleció en la trashumancia.
44 Arrendamiento de pastos
JERÓNIMO GARCÍA TORRUBIA