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En la zona había una cuadrilla de esquiladores y su abuelo materno al igual que su tío fueron esquiladores de tijera. Se juntaban una cuadrilla con 8 hombres e iban por los pueblos a esquilar. Antaño la lana valía dinero y cuando esquilaban era un gran día. Su abuelo esquilaba ovejas y caballerías. Cuenta alguna anécdota sobre los dibujos que se hacían en los animales. Su tío aprendió el oficio de esquilador de su abuelo.