48 Terrenos para el pasto

MARÍA PASCUALA JIMÉNEZ MARQUÉS

No existían terrenos definidos para el pasto, pero los pastores sí se comunicaban dónde iban a pastar para evitar coincidir con los rebaños. Los prados eran los terrenos de pasto preferidos porque la flora silvestre daba un buen sabor a la leche del ganado. Los terrenos que pertenecían a la Iglesia, llamados «El huerto del cura» se turnaban entre los diferentes pastores para su pasto.

Scroll al inicio