LnRiLWZpZWxke21hcmdpbi1ib3R0b206MC43NmVtfS50Yi1maWVsZC0tbGVmdHt0ZXh0LWFsaWduOmxlZnR9LnRiLWZpZWxkLS1jZW50ZXJ7dGV4dC1hbGlnbjpjZW50ZXJ9LnRiLWZpZWxkLS1yaWdodHt0ZXh0LWFsaWduOnJpZ2h0fS50Yi1maWVsZF9fc2t5cGVfcHJldmlld3twYWRkaW5nOjEwcHggMjBweDtib3JkZXItcmFkaXVzOjNweDtjb2xvcjojZmZmO2JhY2tncm91bmQ6IzAwYWZlZTtkaXNwbGF5OmlubGluZS1ibG9ja311bC5nbGlkZV9fc2xpZGVze21hcmdpbjowfQ==
IEBtZWRpYSBvbmx5IHNjcmVlbiBhbmQgKG1heC13aWR0aDogNzgxcHgpIHsgICB9IEBtZWRpYSBvbmx5IHNjcmVlbiBhbmQgKG1heC13aWR0aDogNTk5cHgpIHsgICB9IA==
AMALIO LAS HERAS DE PABLO
En Oncala no se sabe mucho de la Segunda República. El vecino de San Pedro que tenía una fábrica de chocolate fue alcalde de Oncala en la República y, siendo de izquierdas, se tuvo que esconder en un molino ante el peligro de ser fusilado por los falangistas de San Pedro, que habían ido a buscarlo a Oncala. Recuerda al alcalde de San Pedro, que tuvo que esconderse tras el Golpe de Estado, permaneciendo varios años ocultos hasta que la mujer se quedó embarazada.