57 La escuela

ESPERANZA SUBIRÁN SANTOLAYA

La escuela segregaba al alumnado por sexos, teniendo las alumnas una maestra llamada Prudencia. Esperanza cuenta una divertida anécdota sobre las bromas que le gastaban a la maestra: al estar la calefacción en la mesa de la profesora, se escondían debajo de la mesa para coger calor. En la escuela había 18 alumnas que recibían una educación diseñada para el cuidado de la casa, incluyendo labores textiles además del catecismo y los evangelios. Los castigos eran habituales, debiendo permanecer con los brazos extendidos o de rodillas contra la pared. Si bien tenían que seguir ayudando en casa durante la escuela, no solían faltar a clase. Al alumnado más desfavorecido le repartían quesos y comida durante la escuela.

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