MANUELA HERAS HERNÁNDEZ
Manola cogió la tienda de un vecino del pueblo que se jubilaba, cuando ella tenía 19 años. Vendían de todo, sobre todo a granel. Manola vendía el vino con pellejos, al aceite a granel, aceitunas, velas, velos, material de escuela, galletas, conservas, sacos de sal para las ovejas, utensilios de costura, arroz, azúcar etc. Todo el género se lo traían en camiones desde Soria, cada quince días. La tienda estaba siempre abierta, Manola rotaba con su madre y su hermano.