JUANA GARCÍA PÉREZ
En la trashumancia bajaban mastines con las ovejas. A los perros les silbaban para guiarlos. Dice que a los mastines se les cuidaba y siempre iban junto al pastor. A los perros los adiestraban con tiempo. Cada uno tenía su perro de una raza, no todos eran iguales. Los pastos se arrendaban o se contrataban antes de bajar en trashumancia. El mayoral era el que solía negociar las fincas. Cuenta unas anécdotas sobre la comida. Su padre se llevaba una cabra para tener leche y también se llevaba jamón y demás de casa.