64 Gitanos

TORIBIA GARCÍA JIMÉNEZ

Recuerda una vez que vino una gitana y le echó la buenaventura leyéndole la mano y prediciendo el supuesto futuro. Su padre tuvo a su mujer enferma en el hospital por una infección, y en el camino, una gitana le echó la buenaventura. La mujer se curó porque pudieron llevarla a Soria para darle un buen tratamiento médico.

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