JOSEFINA RIDRUEJO JUANO
Había un vendedor ambulante de pescado que solía subir los sábados a Sarnago. Era un pescado muy salado, probablemente para su correcta conservación.
Había un vendedor ambulante de pescado que solía subir los sábados a Sarnago. Era un pescado muy salado, probablemente para su correcta conservación.