JOSEFINA RIDRUEJO JUANO
Antes de la Dictadura, había carnavales en Sarnago. Se prohibieron durante unos carnavales en los que llegó la Guardia Civil y ordenó quemar todo aquello con lo que estuviesen celebrando las fiestas. Se cubrían la cara y la cabeza con máscaras y «cabezas de obispos», disfrazándose sólo los hombres, ayudados por las mujeres. Los trajes de los carnavales solían ser vestimentas antiguas y, en alguna ocasión, cornamentas de cabra u otros animales. Los jóvenes solían pedir dinero por las casas para hacer la merienda de carnavales, que podía alargarse hasta el amanecer.